Hablar de un “Sexto Sentido” es referirnos conceptualmente a lo que tiene que ver con nuestra intuición.
Muchas personas dicen tener un sexto sentido, y se refieren a otras, como que no lo tuviesen, incluso existe un mito extendido que dice que sólo son las mujeres quienes pueden tenerlo.
Lo cierto es que en términos objetivos: TODOS tenemos un sexto sentido. Es decir, todos contamos con un poder grandioso guiado por nuestra intuición.
Nuestro cuerpo tiene años de edad, pero nuestra mente tiene cientos de miles de años de evolución en sus genes. Es mucha la información que yace dentro de nuestro ADN, debido a que generación tras generación, se transfieren los aprendizajes y resultados del carácter formado a través del tiempo.
Así como recibimos información evolutiva importante por parte de nuestros ancestros, seremos nosotros mismos quienes nos encargaremos de transmitir dicha información (refinada con nuestras propias vivencias) a nuestros hijos, nietos, bisnietos… etc.
De alguna manera u otra, contamos con elementos que nos permiten tomar decisiones de una manera mucho más trascendental y correcta objetivamente, gracias a nuestra propia naturaleza humana.
Nuestra condición humana nos hace creer que no sabemos más allá de lo que hemos aprendido en algunos años, pero las evidencias científicas demuestran que en nuestro interior yace un poder mucho más grande del que realmente creemos.
Confiar en nuestra intuición nos permite acceder al poder ilimitado que como seres humanos tenemos, es una gran ventaja que realmente muy pocas personas conocen y aplican día a día.
Mientras más domines tu intuición, más fácil te será saber si vas por el camino correcto, sea cual sea tu destino y tu objetivo final; Es la intuición la que te dirá, si debes ceder, proceder o retroceder.
Ahora bien ¿Cómo Podríamos Hacer Uso Correcto de Nuestra Intuición? ¿Cómo Desarrollar de manera estructurada nuestro Sexto Sentido? ¿Cómo aprovechar todo el poder?
Lo primero que debemos entender, es que como sentido, la intuición se puede desarrollar y cultivar a través del tiempo con ciertos pasos que mencionaré a continuación.
Por supuesto que existen maneras alternativas, sin embargo las pautas siguientes son simplemente un derrotero que te brindará una idea de lo que debes llevar a cabo para desencadenar el potencial que llevas dentro de ti y que has estado manteniendo todo este tiempo en las sombras.
Empieza pequeño: Cuando te encuentres en situaciones en las que no sepas qué decidir (usualmente, dilemas o bifurcaciones), cierra tus ojos, respira e intenta sentir desde tu interior cuál es la opción más adecuada. Trata de dejarte llevar por lo que diga tu corazón, por tus impulsos.
Confía en ti mismo: Hablar de intuición y sexto sentido, es hablar de autoconfianza y seguridad en sí mismo. En situaciones desafiantes, permítete confiar en que harás las cosas bien, deja las dudas de lado y plantéate seriamente el dejarte guiar por ti mismo. Serás tu mejor orientador.
Prueba tu habilidad: En eventualidades completamente aisladas (y si es posible, aleatorias) verifica qué tan hábil eres con la intuición. Un ejemplo muy claro de esto, es cuando decides caminar (o conducir) por una parte desconocida de la ciudad, tratando de encontrar la ruta basado sólo en tus sentidos de orientación y deduciendo las calles a tomar.
Combina tu intuición con técnica: El Poker por ejemplo, es un deporte en el que puedes aplicar tu intuición, sin embargo, combinado de una buena técnica tus resultados podrán dispararse a nuevos niveles, sólo con el hecho de contar cierto dominio consciente del problema. En la vida real, confía en tus corazonadas, pero deja también que el razonamiento le de una base sólida y estricta a tus decisiones.
De esta manera lograrás llegar a un nuevo nivel evolutivo en tu vida y por supuesto, obtendrás mejores resultados. Cuando debas tomar una decisión, confía en lo que yace dentro de tu interior.
Cuando sientas el llamado de tu sexto sentido, atiende y escucha pacientemente, date cuenta de que quizás este “sentido” tenga más razón que los demás.
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