El FBI ha publicado su archivo sobre Nikola Tesla 73 años después de que el Gobierno de Estados Unidos confiscara «dos camiones» de su propiedad cuando murió, en 1943, a pesar de que el organismo federal había asegurado que nunca había poseído efectos personales de este científico ni había estado involucrado en su búsqueda.
Esos documentos desclasificados han revelado que ese país tenía un gran interés en el «rayo de la muerte»: un arma que Tesla afirmó haber inventado y que, en teoría, podría enviar un flujo de energía a distancias entre 400 y 400.000 kilómetros y que podría rebotar en la ionosfera, una de las capas de la atmósfera de la Tierra.
La publicación, largamente esperada, también contiene información sobre los experimentos con rayos globulares de este ingeniero y el plan del FBI para detener a un miembro de su familia, porque estimaba que trataba de apropiarse de sus archivos.
Este ingeniero y matemático murió a los 85 años en un hotel de Nueva York y una de las cartas del Gobierno de EE.UU. recientemente conocidas confirma que las autoridades norteamericanas enseguida incautaron y almacenaron todos sus bienes.
Esta misiva también expresa la preocupación de que, como Tesla era un ciudadano naturalizado, quizás las autoridades de EE.UU. no tenían jurisdicción sobre su propiedad, pero podrían mantener el material durante, al menos, dos días.
Entre los documentos dados a conocer figura una epístola dirigida a John Edgar Hoover, el primer director del FBI, que destaca un artículo sobre la invención del «rayo de la muerte» de Tesla y sugiere que podría ser de «vital importancia» para el Departamento de Defensa estadounidense, así como para las «naciones ahora controladas por dictadores dementes».
Los documentos desclasificados pueden descargarse aquí.
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