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lunes, 20 de junio de 2016

La Gran Pirámide de BOSNIA ¿Por qué se mantiene en Secreto?


A mitad de camino entre un show estrafalario y una auténtica revolución científica, así podría definirse la noticia que saltó a los centros de prensa internacional de todo el mundo en octubre del año 2005. De la mano de un personaje un tanto curioso, que gusta vestir en sus apariciones públicas como si de Indiana Jones se tratara, el empresario de origen bosnio Semir Osmanagic, residente en los Estados Unidos, comunicaba el descubrimiento de una pirámide mucho mayor incluso que la Gran Pirámide de Giza en Egipto en las inmediaciones de la ciudad de Visoko, una pequeña población situada en el Valle de Donje Mostre, al Noroeste de la ciudad de Sarajevo, la capital de Bosnia-Herzegovina. La pirámide, según su descubridor, había pasado totalmente inadvertida durante siglos y confundida con una colina conocida con el nombre de Visocica que alcanza una altura de 213 metros.


En el recuadro de color rojo podemos ver la ubicación de Visoko en la Federación de Bosnia-Herzegovina.

Lo impactante de tal afirmación, así como la peculiar personalidad de Semir Osmanagic, despertaron de inmediato el más absoluto rechazo por parte de la comunidad científica desde el primer instante. Osmanagic era a ojos de sus oponentes en el mejor de los casos, cuando no un charlatán, un simple aventurero sin formación académica sobre historia y arqueología, con el agravante de ser un declarado admirador del movimiento new age, y firme defensor de la existencia de la mítica Atlántida, la comunicación en la antigüedad de civilizaciones tan distintas y tan distantes como por ejemplo la maya y la fenicia o el ser un firme defensor del poder curativo de las pirámides debido a sus efectos bioenergéticos.

A pesar de recibir una gran cantidad de críticas, Osmanagic inició un proyecto financiado inicialmente de su bolsillo tras ponerse en contacto con las autoridades del Museo de Visoko y otras autoridades locales, que independientemente de adherirse abiertamente a la hipótesis del empresario metalúrgico, vieron una magnífica oportunidad de atraer visitantes y fondos a una región muy deprimida tras la última guerra de los Balcanes hacía tan solo una década antes. Creó una fundación para financiar y promocionar la investigación de su descubrimiento, reclamando posteriormente hasta un total de cinco pirámides en lo que denominó y registró públicamente como -El Parque Arqueológico “Fundación Pirámide Bosnia del Sol”- y patentado también los nombres de Pirámide Bosnia de la Luna, Pirámide Bosnia del Dragón, y Valle de las Pirámides de Bosnia.


El empresario metalúrgico bosnio-americano Semir Osmanagic, y abajo la colina de Visocica, rebauatizada por él como, La Pirámide Bosnia del Sol.

E incluso llegó a reclamar al gobierno bosnio 100 millones de dólares para cubrir los trabajos de excavación y reconstrucción de toda el área de investigación propuesta por él mismo, después de presentar un ambicioso plan para actualizar las anticuadas vías de transporte de la región, la potenciación y desarrollo de una industria turística que incluía detalles como el merchandising de productos relacionados con el futuro Parque Arqueológico o una petición formal nada más y nada menos que a la UNESCO, para declarar Patrimonio de la Humanidad el conjunto de pirámides de Visoko, y todo esto evidentemente, sin contar en ningún momento hasta el día de hoy con la más mínima confirmación oficial que pudiese dar un poco de credibilidad a la existencia de tales pirámides.

Ni corto ni perezoso, Osmanagic comenzó sus excavaciones en búsqueda de pruebas fehacientes que demostrasen que su hipótesis, lejos de ser una locura, tenía una base firme donde sustentarse. Según él mismo declaró en su momento, la primera vez que vio los alrededores de Visoko notó la forma inusualmente geométrica de la colina de Visocica, a la que denominó como Pirámide del Sol , y se preguntó rápidamente si podría haber más colinas o cerros similares en las proximidades, realizando algunos trabajos iniciales para establecer si estas formas eran realmente naturales o no. Una vez detectadas las otras elevaciones, siendo la siguiente la conocida como Colina de Pljesevica, a la que llamó Pirámide de la Luna, se dio cuenta de que las partes simétricas de los cerros se habían ajustado a los puntos cardinales, Norte, Sur, Este y Oeste, siendo ya razón suficiente para merecer un mayor análisis y realizar los primeros trabajos sobre el propio terreno.




Independientemente a que exista un conjunto piramidal en las inmediaciones de Visoko, o sea simplemente una pura fantasia, los descubrimientos arqueológicos llevados a cabo por Osmanagic han sido del todo sorprendentes.

En dichas excavaciones iniciadas en Abril del 2.006, fueron localizadas dos pequeñas mesetas o plataformas pavimentadas, varios túneles (uno de ellos alcanza los 150 metros) y gran cantidad de enormes bloques perfectamente tallados en piedra de entre siete y ocho toneladas de peso, incluso alguno de ellos por encima de las veinte toneladas. Para Osmanagic no cabía duda que aquellos hallazgos constituían una prueba de la existencia de construcciones piramidales en el Valle de Donje Mostre que al menos se remontaban a 12.000 años de antigüedad, en lo que hasta ahora solo se habían considerado colinas naturales. En nada más y nada menos que 210 metros de altura cifró el empresario bosnio-americano la altura de la principal construcción piramidal, más de sesenta metros que la Gran Pirámide de Giza, y asociándola a otras dos pirámides, que denominó como Pirámide de la Luna y Pirámide del Dragón, que formaban sobre el terreno uniéndolas junto a la primera en una línea recta imaginaria un perfecto triángulo equilátero de sesenta grados.

A medida que Semir Osmanagic realizaba nuevos y sorprendentes hallazgos, la reacción de la comunidad científica tanto de su país como del extranjero se radicalizaba cada vez más en su contra. Era una auténtica herejía tan siquiera dudar de que, 12.000 años atrás hubiera cualquier atisbo de la existencia de una civilización capaz de desarrollar semejante tipo de construcciones, no ya solo en tierras bosnias, inmersas en el paleolítico superior, sino en cualquier otro punto del planeta. Pero sus acusaciones fueron mucho más allá, acusando a Osmanagic de estar dañando importantes áreas arqueológicas con su grupo de arqueólogos aficionados.

Las reacciones en cadena se fueron produciendo mientras que Osmanagic continuaba ajeno a todo tipo de acusaciones en su contra, realizando nuevas excavaciones por todo el Valle de Donje Mostre, hasta el punto de llevar a sus detractores a presentar una denuncia al Ministerio de Cultura del gobierno de Bosnia y a la Comisión Europea, en la que exigían una urgente acción de las autoridades para preservar el auténtico patrimonio arqueológico de Bosnia- Herzegovina como parte de Europa, y evitar incursiones de aficionados y aventureros chiflados.


Arriba podemos ver a Osmanagic mostrando grandes baldosas de piedra supuestamente manufacturadas por la mano del hombre justo en la base de la colina de Visocica o Pirámide del Sol.

Las continúas presiones al gobierno bosnio por parte de distintas autoridades tanto científicas como políticas, determinó la creación de una comisión que dictaminase la naturaleza real de las colinas del Valle de Donje Mostre, fallando al final en contra de los intereses de Osmanagic, al declarar públicamente que las supuestas famosas pirámides no eran más que estructuras naturales, y que por tanto, la ayuda financiera que se había prestado hasta el momento por parte gubernamental a la fundación para la investigación dirigida por Osmanagic sería retirada de inmediato.
Esta vez la decisión tomada por el gobierno de Bosnia sí que afectó la marcha de los trabajos y el propio estado de ánimo del empresario bosnio que se defendió argumentando que, en tan sólo 2 años, él y su equipo de colaboradores habían hecho más por la investigación y el conocimiento de la historia de Bosnia, que el gobierno del país en toda su existencia, por no hablar ya de los enormes beneficios económicos que estaba reportando su descubrimiento para todos los habitantes de la zona. Ya a un ritmo menor en sus trabajos, pero no exento por ello de nuevos descubrimientos, Osmanagic ha continuado en su cruzada para demostrar al mundo la existencia de las construcciones piramidales en territorio bosnio, recopilando para ello desde entonces y hasta el día de hoy una gran cantidad de apoyos de investigadores de diferentes disciplinas que se han ido sumando en la defensa de sus hipótesis, principalmente de geólogos.

Estos geólogos han utilizado análisis térmicos, imágenes de satélite y de radar que han avalado la existencia de estructuras piramidales bajo el terreno junto a otras edificaciones, así como la presencia de gran cantidad de túneles que comunican entre si todo el entramado de construcciones. Incluso fue localizado también un enorme monolito con diferentes inscripciones que no han podido ser descifradas por los arqueólogos locales. Pero volviendo al caso particular de la existencia de los túneles, han sido estudiadas algunas de las estalagmitas y estalactitas procedentes de sectores derrumbados de los túneles, lo que significa que la edad de dichos túneles es mucho mayor que la edad de las estalagmitas y estalactitas. La investigación realizada por la Universidad Tecnológica de Silesia (Gilwice, Polonia) arroja una datación para una de las muestras de 5.080 años (+/- 75 años), que vendría a significar que el complejo de túneles es anterior a las distintas culturas que a lo largo de la historia ocuparon el Valle de Donje Mostre, como los otomanos (800 años), Roma (2.000 años), Grecia (2.500) las tribus de Lliria (2.800 años) o los pueblos de la cultura “butmir” (4.600 años).





Arriba uno de los numerosos túneles que recorren toda el área del Valle de Donje Mostre, y abajo una de las numerosas inscripciones que se pueden encontrar en su interior.

Dejando al margen la existencia o no de las construcciones piramidales y teniendo en cuenta entonces que la edad mínima para la realización de los túneles descubiertos se cifraría en 5.000 años, ¿quién pudo realizar tan complejo plan de ingeniería en fechas tan remotas?

A pesar de los duros golpes encajados por parte de Osmanagic, éste consiguió sacar el apoyo de muchos hombres de ciencia. Gracias a su tesón, la “Primera Conferencia Científica Internacional Sobre el Valle de las Pirámides de Bosnia” (ICBP) tuvo lugar en Sarajevo a finales de agosto del año 2.008, en donde se reunieron numerosos especialistas procedentes de catorce países (Egipto, China, Gran Bretaña, Polonia, Austria, Brasil, Serbia, Alemania, Italia, Hungría, Croacia, Rusia y la propia Bosnia-Herzegovina), entre los que se encontraban científicos de probado prestigio internacional, como los geofísicos rusos Dr. Oleg Khayroshkyn y el profesor Vladislav Tsyplakov, quienes aportaron varios informes sobre exámenes geofísicos, geoquímicos y sísmicos del Valle de Donje Mostre que señalan la naturaleza artificial de las colinas. Miembros del equipo del Dr. Andreas Hasenstab, del Instituto LGA Bautechnik de Alemania con un detallado trabajo de geodetección realizado con equipos de radar en Visoko, que incluía la detección de 44 anomalías bajo la capa de vegetación, con la presencia de túneles, pasillos, muros y paredes de distintas edificaciones. Resultados similares fueron aportados por el equipo serbio del Dr. Dejan Vuckovic del Instituto de Geofísica de la Universidad de Belgrado, donde no faltaban también gran cantidad de construcciones subterráneas.

A la ya citada anteriormente investigación realizada por la Universidad Tecnológica de Silesia (Gilwice, Polonia) sobre las estalagmitas y estalactitas, que también se presentaron a esta conferencia, se sumó información de datación por radiocarbono de los laboratorios del Dr. Christian-Albrecht de la Universidad de Kiel, Alemania.

Del Instituto Estatal de Geodesia (Bosnia-Herzegovina) se informó acerca de la geometría piramidal regular y la perfecta orientación con los puntos cardinales de las caras triangulares de las pirámides. Otro análisis adicional llevado acabo por el Dr. Iván Simatovic (Croacia), corroboraba el trabajo anterior. También otros análisis, los del profesor Muhamed Pasic, de la Universidad de Zenica (Bosnia-Herzegovina) probaba la naturaleza artificial de 100 muestras de roca de las pirámides, todo a su vez contrastado con un segundo análisis por parte del Instituto de Construcción y Materiales de la Universidad de Sarajevo y el Instituto de Ingeniería Civil de Tuzla, donde se realizaron pruebas sobre la dureza, estructura química y absorción del agua.

Y así una gran cantidad de informes más presentados por distintos particulares e instituciones… Sin embargo, oficialmente la versión de los arqueólogos no ha variado un ápice desde que se inició la controversia. Las pirámides no existen, y los descubrimientos arqueológicos llevados acabo por Osmanagic, nada tienen que ver con una hipotética civilización constructora de pirámides, sino que son hechos aislados sin conexión alguna. No existió jamás ninguna cultura catalogada capaz de poder asumir semejantes proyectos de ingeniería, por lo que iniciar cualquier discusión al respecto no es más que una perdida de tiempo.

De nada ha servido tampoco para confirmar las hipótesis de Osmanagic ante la comunidad científica, un más que curioso descubrimiento llevado a cabo por un grupo de estudiantes de la Universidad de Kiel (Alemania), consistente en un apequeña pieza de arcilla extraída de una excavaciones en el valle de Donje Mostre, con la forma de una pirámide y extrañas inscripciones en sus caras, que posteriormente y tras un meticuloso estudio fue datada entre el 6.000 y el 3.000 a. C. La que parece ser sin duda una clara representación a pequeña escala de una pirámide que recuerda enormemente a las conocidas como piedras “ben-ben” del antiguo Egipto, y quizá pudiese delatar pasados contactos entre el imperio de los faraones y este apartado rincón de los Balcanes. Otro enigma más que sumar sin duda a la larga lista que Osmanagic maneja entre sus investigaciones, como lo ha sido también, el estudio de las bolas de piedra que se encuentran diseminadas en diversos lugares de Bosnia, y próximas a áreas arqueológicas pertenecientes a los antiguos pobladores pre-llirios en Dalmacia y Herzegovina.





¿Es la figurita de barro de arriba encontrada por un grupo de estudiantes de la Universidad de Kiel, una representación de la Pirámide Bosnia del Sol, o es una simple casualidad?

Estas esferas de piedra que recuerdan enormemente a las más populares existentes en Costa Rica también han llamado poderosamente la atención de Semir Osmanagic, que las relaciona con los antiguos constructores de las pirámides de Visoko. Las primeras bolas o esferas fueron localizadas a gran escala en las proximidades de la ciudad de Banja Luka, al Noroeste de Visoko, aunque posteriormente varias decenas más se han encontrado ubicadas en multitud de parajes de toda Bosnia-Herzegovina, incluido el Valle de Donje Mostre, algunas de ellas con un peso superior a las cuatro toneladas. Tradicionalmente las esferas de piedra habían sido asociadas por los pobladores próximos a sus emplazamientos como fuentes de energía beneficiosa para la salud, y empleadas para ritos mágicos desde muchos siglos atrás, pero habían pasado desapercibidas para los investigadores hasta fechas muy recientes.

¿Se aclarará en algún momento la situación que mantiene enfrentados a los defensores de la existencia de una antigua civilización de constructores de pirámides en la antigua Bosnia con los sectores más ortodoxos que niegan radicalmente tal posibilidad?.

Oficialmente la hipótesis de Osmanagic y sus seguidores ha sido rechazada de pleno, pero no faltan apoyos que continúan sumándose a su causa. Por otro lado, numerosos descubrimientos arqueológicos que denotan un complicado conocimiento arquitectónico que no termina de encajar con la versión oficial, se siguen sucediendo en toda la región por parte de arqueólogos de diferentes universidades y organismos oficiales, la misma región que hasta hace pocos siglos según los detractores de Osmanagic, no albergó ninguna cultura capaz de construir algo más complejo que una simple cabaña de madera y paja.









Otro de los misterios que se suma a la ya de por si controversia sobre la existencia de pirámides en territorio bosnio, es la numerosa presencia en toda su geografía de enormes esferas de piedra de las que hasta ahora no se ha encontrado una explicación científica sobre sus origenes. Semir Osmanagic, a quien podemos ver arriba a la izquierda, también se ha interesado por este curioso fenómeno, al que ha relacionado estrechamente con la misma civilización que llevo a cabo la construcción de “sus pirámides”.

HECHOS Y PRUEBAS VISUALES:

Son vídeos cortos que he seleccionado, para ayudar a que este colosal descubrimiento no siga cayendo en el olvido que muchos pretenden. Aquí no hay montaje que valga, la PIRAMIDE esta allí, ha estado siempre y puede ser visitada.




Estas imágenes son otra prueba de que en BOSNIA, se coció algo realmente importante en el curso de nuestra historia. Lo que veis son muros ciclópeos, que posiblemente os resulten familiares.


Otros vestigios “”ignorados”” y que demuestran muchas cosas.









La siguiente crónica es del año 2006 y nos habla de las opiniones vertidas por expertos en arqueología griegos y egipcios que dan veracidad al hallazgo.
Si publico esta noticia, es porque tenemos muy mala memoria y abundan los oficialistas padres protectores del conocimiento, que llevan hablando de fraude descomunal desde que se encontró. Ocurre que molesta enormemente que en una tierra alejada historicamente de la arqueología oficial en materia de grandes descubrimientos, apareaca un “grano” tan molesto.

¿Que pasa con sus doctrinas entonces? ¿Que pasa con tantos dogmas de fé y el dinerito que generan?

Y es que da dar protagonismo a esto y ensombrecer sus tesis inamovibles….ni hablar.
El equipo internacional de expertos de la “Fundación Parque Arqueológico: Pirámide Bosnia del Sol” ha presentado los resultados de las investigaciones científicas obtenidos hasta hoy, y que hablan a favor de la hipótesis del presidente de la Fundación, Semir Osmanagic, sobre la existencia de un complejo de pirámides bosnias.

A los asistentes se dirigieron el doctor en ciencias geológicas de Egipto, Aly Barakat, la magister en ciencias arqueológicas Lamiya El Hadidy y la arqueóloga griega Nancy Gallou.
El geólogo Barakat ha asegurado nuevamente, sobre la base de la investigación de varias semanas en el valle de Visoko, que las Pirámides Bosnias del Sol y de la Luna al igual que los túneles que se supone que conectan los tres objetos piramidales, son obra de manos de manos humanas.


Para mí como científico, investigador y geólogo, no existen dudas de que esto es obra de manos humanas. La Naturaleza no hace nunca estas formas regulares, afirmó el doctor Barakat.

Es especialmente interesante su opinión acerca de la forma de construcción y el origen de la Pirámide Bosnia del Sol. El doctor Barakat considera que gentes antiguas pulieron, dieron forma, cortaron y añadieron bloques de piedra a la colina preexistente y de esta forma la convirtieron en una pirámide.
La estructura de estas construcciones así como la autenticidad de la pared vertical encontrada no hace mucho, fue asegurada por la arqueóloga egipcia con una experiencia de investigación de veinte años, Lamiya El Hadidy. “Es realmente imposible que la naturaleza haga un muro y unas construcciones de este tipo. La Naturaleza puede hacer un lado regular pero tres o cuatro no. Ante nosotros hay aún mucho trabajo y todos debemos trabajar para descubrir todos los secretos que esconde este precioso valle”, declaró para la agencia FENA El Hadidy.

También habló sobre la división de la opinión pública en BiH con respecto al tema de las pirámides.



“Es muy fácil entender por qué la opinión pública está dividida. Cuando se menciona una pirámide, la mayoría de la gente piensa en las egipcias y si no son así, ¡no son pirámides! Las pirámides en Egipto, México u otra parte del mundo son únicas. Cada una es específica por algo y no se puede establecer como un patrón para el resto de las pirámides”, explicaba a FENA El Hadidy.

En uno de los túneles en el de Ravne, a unos 300 metros de la entrada en el túnel, fueron encontrados bloques megalíticos de piedra arenisca con símbolos . La profundidad de estas secciones es 5 a 18 metros.


(Aquí hacía referencia a un vídeo que curiosamente ha desparecido de la escena).





Podríamos seguir pero la cosa está clara y más que lo que se va sabiendo a pesar de los ímprobos esfuerzos para que nada se sepa con verdadera difusión. ¿Alguien se ha preguntado alguna vez, porqué ese famoso “programilla” de “cuatro” hace “mu” sobre el tema? ¿Acaso no hay material para investigar? Les vale con las “fotitos” que analiza el tal Guillermo y que siempre son “pareidolias” o con debates estériles que siempre confunden al espectador dado que no hay argumento ninguno que respalde. Y que curioso que aquí argumentos sobran, pero chitón… ni una palabra. SILENCIO (académico) se llama y miedo a perder el “trabajo”.

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