Una estudiante de doctorado del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) y la Universidad de La Laguna (ULL), junto con un equipo internacional de astrofísicos, ha logrado descubrir un objeto astronómico inusual: un anillo de Einstein. Estos fenómenos, predichos por la Teoría de la Relatividad General de Einstein, son raros, pero científicamente interesantes. Tanto es así que, según informa el IAC en un comunicado, a dicho objeto se le ha dado un nombre propio: "anillo de Einstein Canarias".
Un anillo de Einstein es una imagen distorsionada de una galaxia muy lejana, denominada "fuente". La distorsión se produce por la deformación de los rayos de luz debido a la presencia de una galaxia masiva que se encuentra entre la fuente y el observador, a la que se denomina "lente". El intenso campo gravitatorio producido por la galaxia lente deforma la estructura del espacio-tiempo en sus inmediaciones, lo que no sólo atrae a otros objetos con masa, sino que curva la trayectoria de la luz.
Cuando las dos galaxias están perfectamente alineadas, la imagen que el observador ve de la más lejana se convierte en un anillo casi perfecto que rodea a la galaxia lente y sus irregularidades se deben a la asimetría de su galaxias originaria.
Confirmación con el Gran Telescopio Canarias
El descubrimiento lo logró de forma fortuita la estudiante Margherita Bettinelli cuando inspeccionaba datos tomados por la Cámara de Energía Oscura (DECam) del Telescopio Blanco, de 4 metros, del observatorio de Cerro Tololo, en Chile. Mientras estaba analizando la población estelar de la galaxia enana de Sculptor, objeto de su tesis doctoral, se percató de la presencia del peculiar anillo de Einstein. El objeto despertó rápidamente la atención de los miembros del equipo y comenzaron a observar y a analizar sus propiedades físicas con el espectrógrafo OSIRIS del Gran Telescopio CANARIAS (GTC).
El ahora llamado 'anillo de Einstein Canarias', es uno de los de mayor simetría de los descubiertos hasta ahora y es casi circular, ya que las dos galaxias están prácticamente alineadas, a una separación angular de 0,2 segundos de arco. La galaxia fuente se encuentra a una distancia de 10.000 millones de años luz. Debido a la expansión del Universo, la luz ha empleado un tiempo algo menor en llegar hasta nosotros, alrededor de 8.500 millones de años, por lo que la galaxia se ve tal como era en aquella época: una galaxia azul, que está empezando su evolución, poblada por estrellas jóvenes que se están formando a gran velocidad.
Por el contrario, la galaxia lente, con una masa similar a la de la Vía Láctea, se encuentra más cerca -a 6.000 millones de años luz- y, por tanto, está más evolucionada, con una formación estelar prácticamente terminada, poblada de estrellas viejas.
"Estudiar estos fenómenos -añade Antonio Aparicio, uno de los astrofísicos del IAC que lidera la investigación-, proporciona información especialmente relevante sobre la composición de la galaxia fuente y, por otra parte, sobre la estructura del campo gravitatorio y de la distribución de materia oscura de la galaxia lente", concluye.
La investigación ha sido llevada a cabo por el grupo de Poblaciones Estelares del IAC, liderado por los astrofísicos Antonio Aparicio y Sebastián Hidalgo, y los resultados se han publicado en la revista internacional Monthly Notices of the Royal Astronomical Society. Informó El Mundo
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