Dos semanas y media después de la caída de Berlín, durante la II Guerra Mundial, un submarino desconocido por entonces, el U-530, partió rumbo a la costa de Argentina con el objetivo de dejar a oficiales nazіs de alto nivel. ¿Viajaba Hitler en su interior?
La imagen que encabeza esta información podría cambiar la historia que todos conocemos. Fue tomada en 1986 en Mendoza (Argentina) y mostraría a Adolf Hitler. Si esto es cierto, el Fürher habría fingido su muerte en el búnker de la Cancillería de Berlín junto a su esposa Eva Braun al final de la Segunda Guerra Mundial. Y eso es, al menos, lo que sostiene Bob Baer, ex agente de la CIA y director de un equipo de expertos que han analizado 700 páginas de archivos recientemente desclasificados del FBI.
Hasta ahora, se creía que Hitler se suicidó el 30 de abril de 1945 en su búnker subterráneo. Su cuerpo fue descubierto más tarde e identificado por los soviéticos antes de ser trasladado de vuelta a Rusia. ¿Es posible que los soviéticos hayan estado mintiendo todo este tiempo?
Un libro escrito por Dimitri Boryslev, un ex agente secreto de la KGB, la agencia de inteligencia soviética, describe como Hitler escapó junto a un buen grupo de oficiales nazis de alto rango en un submarino que los llevó a distintos puntos del sur del continente americano.
El supuesto cráneo de Hitler, por su parte, fue sometido a análisis por cuenta de un forense independiente, quien determinó que en realidad corresponderían a Hermann Lündeft, un pariente del Führer. Todo esto se suma al caso de Otto Gunshe, asistente personal de Hitler, quien revelaba en su diario personal que diría la verdad sobre la muerte del líder, pero antes de que esto suceda apareció muerto en el baño de su casa, por causas jamás esclarecidas.
Los servicios de inteligencia europeos han sostenido durante años que los servicios secretos norteamericanos y un grupo de jerarcas nazis pactaron la inmunidad de Hitler a cambio de trasladar a Estados Unidos a un millar de científicos alemanes para desarrollar la bomba atómica pero nadie los creyó hasta que el FBI ha empezado a desclasificar documentos.
Según se desprende de los mismos, el suicidio y posterior hallazgo de su cadáver por parte de los soviéticos, fue un montaje orquestado con la ayuda del director de la OSS, la Oficina de Servicios Estratégicos, -el servicio de inteligencia de los Estados Unidos de América durante la Segunda Guerra Mundial, antecesora de la Agencia Central de Inteligencia-dirigida por entonces por Allen Dulles.
Un documento del FBI de Los Ángeles, revela que la agencia estaba al tanto de la existencia de un submarino, el U-530, que efectuaba su travesía por la costa argentina con oficiales nazis en su interior, dos semanas y media después de la caída de Berlín. Desde aquí puedes descargar el documento en PDF:
En una carta de agosto de 1945, un informante no identificado acordó intercambiar información de asilo político.
El informante no sólo sabía que Hitler estaba en Argentina, confirmando que era uno de los cuatro hombres que habían viajado en el submarino alemán sino que, al parecer, otros dos submarinos habrían desembarcado en la costa argentina con Eva Braun a bordo de la segunda.
Esto coincide con los avistamientos del submarino U-530 y las bases nazis de que anteriormente hablabamos en DLE. Artículos de prensa de la época detallaban asimismo la construcción de una mansión de estilo bávaro en las estribaciones de la Cordillera de los Andes. La Mansión Inalco construída por el arquitecto Alejandro Bustillo en 1943 fue reconstruída añadiendo más casas para los fugitivos alemanes.
En 1945, un Agregado Naval en Buenos Aires informó a Washington que había una alta probabilidad de que Hitler y Eva Braun hubieran llegado a Argentina pero el gobierno argentino no sólo dio la bienvenida al ex dictador alemán, sino que también ayudó a esconderlo.
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