Durante la Segunda Guerra Mundial (1939 – 1945), el ejército Nazi realizó toda clase de experimentos con tecnologías desconocidas para el resto del mundo y exploró todo el planeta en busca de artefactos místicos que pudieran aportar un poder supremo para la conquista del mundo, y realizó toda clase de incursiones y operaciones secretas alrededor del mundo, para en caso de desastre total en la guerra, poder continuar con el Reich y seguir desarrollando toda su tecnología secreta.
Una de esas incursiones secretas es un caso que pocos conocen, en el que los Nazis tenían una base secreta en la Antártida, existente hoy día (y que el gobierno EE.UU se empeña en negar), en la que se guardaba todo un arsenal experimental de tecnología avanzada…
La Antártida es cuatro veces más grande que los Estados Unidos, su altitud máxima es de 5.000 metros (la mayor del planeta), es el continente más antiguo compuesto en su mayoría de altas montañas recubiertas de hielo y grandes lagos interiores. Sería fácil esconder una base sin ser descubierta jamás y más aun si es subterránea y está fuera del alcance de los satélites espía.
¡La Antártida hoy en día solo ha sido explorada una mínima parte!
En 1938 (un año antes de la guerra), los alemanes reclamaron la soberanía de un extenso territorio en la Antártida al que llamaron Neuschwabenland (Nueva Suabia). Por aquel entonces no existían tratados internacionales.
En un barco llamado MS Schwabenland (que da nombre al territorio reclamado), iniciaron una expedición con la excusa de construir una estación ballenera para asegurar el suministro de aceite de ballena, que era la materia prima principal para la producción de margarina y jabón en Alemania.
Sello de la Expedición Alemana a la Antártida en 1938
Carguero MS Schwabenland Alemán
Alfred Ritscher era el capitán del barco, un carguero adaptado para transportar y lanzar aviones junto con una estación meteorológica. Los aviones de la compañía Lufthansa fueron usados para cartografiar el continente, algo que nadie había hecho hasta entonces. Durante la exploración, los alemanes colocaron banderas con la esvástica Nazi para reclamar oficialmente al mundo su territorio Neuschwabenland.
Aviones de Lufthansa lanzados desde el carguero MSSchwabenland en 1938
El Tercer Reich construyó en ese territorio varias bases secretas permanentes, siendo la más importante una llamada Neuberlin (Nuevo Berlín). El propósito real de la base sería la retirada de los Nazis de alto rango si perdían la guerra. Un lugar secreto para el Führer Adolf Hitler a salvo del resto del mundo donde continuar sus investigaciones y operaciones.
Esta base albergó una flota de submarinos, ¡y algo más!
Cuando terminó la guerra en 1945, los EE.UU supieron por medio de los submarinos alemanes U-530 y U-977, apresados durante la guerra, que los Nazis tenían en la Antártida bases secretas para el desarrollo y fabricación de aeronaves y otras armas con tecnología avanzada. En concreto la Base 211.
Mapa cartográfico del territorio Neu Schwabenland 1938
De toda la información obtenida por los aliados, en 1947 se emprendió la mayor incursión realizada por los EE.UU para dar caza al enemigo Nazi, a la que se llamó Operación High Jump.
La operación fue comandada por el almirante Richard Byrd con una tripulación y equipamiento de más de 5.000 hombres, 33 aeronaves, 13 barcos incluyendo un rompehielos, el portaviones USS Philippine Sea y el submarino USS Sennet.
Submarino USS Sennet en Operación High Jump en la Antártida 1947
La duración de la misión estaba prevista para 8 meses, pero la sorpresa vino cuando a las 8 semanas se presentó en EE.UU lo que quedaba del ejército que fue enviado a la Antártida.
¿Qué encontraron allí que les hizo volver tan rápidamente?
Un poderoso y desconocido enemigo atacó los campamentos obligándoles a regresar a casa mucho antes de lo previsto.
En la comisión de investigación realizada en Washington, el Almirante Byrd declaró:
“En el transcurso de otra guerra, América puede ser atacada por un enemigo que tiene la habilidad de volar de polo a polo a una increíble velocidad”
Muchos años después, en 1991 los rusos desclasificaron documentos sobre la operación High Jump. Los informes realizados por espías rusos en Estados Unidos, revelaron que la armada americana envió un gran contingente militar a la Antártida para apoderarse de la base secreta Nazi llamada Base 211. En esta base se habían refugiado los últimos Nazis tras la guerra, habían guardado toda su tecnología, y se estaban desarrollando aeronaves espaciales (OVNI).
En el transcurso de la misión, los soldados americanos se encontraron con una fuerza hostil que les atacó, destruyendo una gran cantidad de naves y causando un gran número de bajas. Este enemigo se ocultaba en estructuras subterráneas en la Antártida.
Documental “Third Reich – Operation UFO”
¿De dónde sacaron los Nazis esta tecnología tan avanzada?
¿Siguen siendo los alemanes los que ocupan realmente esta Base 211?
Tras la Segunda Guerra Mundial, los EE.UU y la antigua URSS se repartieron los científicos y la tecnología Nazi; Sabiendo los dos ejércitos de la existencia de la base nazi en la Antártida…
¿Pudo pasarle lo mismo a los rusos y no lo sabemos aún?
Hoy en día se presupone que la Base 211 está en manos de los EE.UU y sigue operativa, aunque nadie lo corrobora. De ser así, tras la paliza sufrida por los americanos en su intento de derrotar a los Nazis en la Antártida, se desconoce cuándo fue derrotado el ejército Nazi en la Antártida para apoderarse de la Base 211 y del resto del complejo de bases subterráneas.
¡Como siempre, la verdad está para quien quiera verla!
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