Recientemente se ha vivido un nuevo capítulo en la guerra entre los defensores de la vacunación y la medicina oficial y los activistas que denuncian los daños provocados por los productos tóxicos contenidos en algunas vacunas.
Y el principal protagonista de este nuevo enfrentamiento, no es otro que el célebre actor Robert De Niro.
Recordemos que según denuncian muchos activistas anti-vacunación, el aluminio contenido en muchas de las vacunas aplicadas a los niños, podría estar relacionada con el elevado crecimiento en los casos de autismo que se están sufriendo en todo el mundo y más concretamente, los activistas apuntan a la vacuna triple vírica, contra el Sarampión, las Paperas y la Rubeola (MMR por sus siglas en inglés).
La polémica se ha generado por la proyección del documental “Vaxxed: Del Encubrimiento a la Catástrofe” en el Festival de Cine de Tribeca, Nueva York, del que Robert de Niro es cofundador e impulsor.
Inicialmente, De Niro defendió la proyección de este polémico documental anti-vacunación en el Festival:
“Yo quiero que haya un debate”, afirmó De Niro, en referencia al documental dirigido por Andrew Wakefield
“Grace y yo tenemos un niño con autismo, y creemos que es fundamental que todas las cuestiones relacionadas con las causas del autismo sean discutidas y examinadas abiertamente”, dijo De Niro.
“En los 15 años transcurridos desde el inicio del Festival de Cine de Tribeca nunca he pedido que una película se proyecte o se meta en la programación.
“Sin embargo, esto es muy personal para mí y para mi familia y quiero que se genere un debate, y por eso apoyamos que se proyecte el documental. Yo no apoyo personalmente (el contenido de) la película, ni soy anti-vacunación. Yo sólo estoy dando la oportunidad de que se discuta en torno a la cuestión”
El documental “Vaxxed” ha provocado protestas en muchos sectores, especialmente en las publicaciones de temática científica.
Muchos en la comunidad científica creen que el director de “Vaxxed”, Andrew Wakefield, es responsable de ayudar a crear el mito de que la vacuna del MMR puede causar autismo. incluso llegan a afirmar que miles de personas en el Reino Unido dejaron de recibir la vacuna triple vírica y el sarampión se extendió por ello por todo el país (no quedaría claro por qué razón algunas personas vacunadas de sarampión fueron infectadas igualmente, a pesar de que la vacuna debería haberlas protegido).
La cuestión es que la polémica llevó a los organizadores del festival a tener que justificar su decisión de proyectar el documental, amparándose en algo tan esencial como la libertad de expresión:
“Tribeca, como la mayoría de los festivales de cine, es diálogo y discusión. Con los años hemos presentado muchas películas desde lados opuestos de un mismo problema. Somos un foro, no un juez”, afirmó el comunicado de la dirección del festival.
“Vaxxed” se debía estrenar en Tribeca el domingo 24 de abril…pero ya no se proyectará.
El propio Robert de Niro, ante las presiones sufridas, se ha visto obligado a salir a escena y anular la proyección del film, revertiendo su decisión inicial.
“No creemos que contribuya o promueva el debate que habíamos esperado”, declaró el actor.
“Mi intención al seleccionar esta película era proporcionar una oportunidad para el debate en torno a un tema que es muy personal para mí y para mi familia. Pero después de discutirlo en los últimos días con el equipo del Festival de Cine de Tribeca y personas de la comunidad científica, no creemos que contribuya o promueva la discusión que habíamos esperado”
“El Festival no trata de evitar o alejarse de la controversia. Sin embargo, tenemos preocupaciones con ciertos aspectos de esta película que creemos que no nos permiten presentarla en la programación del Festival. Hemos decidido eliminarla de nuestro programa”
Bien, no hace falta ser demasiado imaginativo para comprender lo que ha sucedido.
Si tal y como afirmaba De Niro inicialmente, el film podía provocar un debate enriquecedor entre los defensores de ambos puntos de vista, nadie puede comprender cómo pocos días después, y tras reunirse con “personas de la comunidad científica”, esa posibilidad de debate desaparece.
En un debate, los defensores de la vacunación, con sus conocimientos científicos, podrían haber demostrado a la audiencia que tenían la razón, imponiéndose a esas personas que tratan prácticamente como “fanáticos e ignorantes”.
Y aquí, deberíamos preguntarnos: ¿por qué un científico no quiere debatir cara a cara con un ignorante al cuál puede desmontar fácilmente con datos y argumentos?
Y sobretodo, deberíamos preguntarnos: ¿qué le han dicho o hecho a Robert De Niro para que se retracte de esta manera de su intención inicial?
El investigador Jon Rappoport, expone cómo se ha producido la reveladora secuencia de acontecimientos que han llevado a esta decisión de De Niro…
1-De Niro, que tiene un hijo autista, decide defender públicamente la proyección de “Vaxxed” en el Festival de Tribeca. Esta película revela que hay una relación causal entre las vacunas y el autismo.
2-Se inicia una campaña de presión a Robert De Niro, por lo que el actor se reúne con el congresista de Florida Bill Posey, quien le hace saber que la película da justo en el blanco. Posey lo sabe, porque él y su equipo tienen en su poder muchos documentos de William Thompson, investigador de los CDC (Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EEUU), quien denunció públicamente el gran fraude de la vacunación y el autismo en 2014.
3-Tras reunirse con el congresista, De Niro decide que no sólo va a proyectar el film en el Festival, sino que además, lo va a presentar a la audiencia él mismo, en vivo, sobre el escenario.
4-De entre las sombras emerge gente que le “aprieta los tornillos” a De Niro. ¿Qué le dicen?¿Con qué le amenazan? ¿Quizás con que su carrera en el cine va a terminar? ¿Que acabarán con el Festival de Cine de Tribeca? ¿Que el tratamiento médico que recibe su hijo autista será cortado? ¿Quizás le han amenazado a nivel personal o a alguien de su familia?
5-De Niro decide salir y cancelar la proyección de “Vaxxed”, contradiciendo públicamente su propio argumento inicial, que estaba centrado en “generar un debate”.
Es bastante evidente, que la poderosa Mafia Médico-Farmacéutica ha puesto en marcha toda su maquinaria de represión y amenaza.
Eso lo ve cualquiera.
Tal y como de forma muy acertada denuncia Jon Rappoport:
“Piensen sobre esto. Se puede ver una película sobre ataques aéreos estadounidenses matando a civiles inocentes. Se puede ver una película sobre la vigilancia penal sobre toda la población. Se puede ver una película sobre la CIA actuando contra gobiernos extranjeros. Se puede ver una película sobre las mega-corporaciones arrojando químicos sobre las ciudades, donde los niños nacen con defectos físicos y psíquicos y los adultos mueren de cáncer.
Sin embargo, no se puede ver una película que sugiere que una vacuna podría ser la causa del autismo.
Eso es demasiado importante y atenta contra un secreto demasiado grande para ser contado. Torpedea un monopolio que debe ser protegido, sin importar cómo ni con qué”
Lo que denuncia Rappoport es tan inquietante como cierto.
Se han producido todo tipo de documentales, que denuncian a grandes corporaciones como la todopoderosa Monsanto, o agencias relacionadas con los poderes más altos del planeta, como la CIA…sin embargo, se aplica toda la fuerza represiva contra aquellos que denuncian la posibilidad de una relación entre la vacunación y el autismo, aplastando con ello la libertad de expresión.
Y todo el mundo debería preguntarse…¿Por qué?
Otros actores norteamericanos, como los cómicos Jim Carrey y Rob Schneider, no se están callando y están dando la cara públicamente para denunciar esta oscura realidad…y viendo lo sucedido con De Niro, es obvio que deben estar recibiendo también fuertes presiones.
Más vale que vigilen su salud y cuiden sus espaldas.
Para terminar, el artículo de Rappoport expone los antecedentes de las denuncias realizadas por el investigador William Thompson.
En 2014, William Thompson, investigador reputado de los CDC, realizó una declaración afirmando que él y varios colegas científicos habían mentido acerca de un estudio clave del que fueron autores 10 años antes.
El estudio revelaba una conexión entre la vacuna triple vírica (sarampión, paperas, rubéola) y la proliferación de casos de autismo entre niños jóvenes negros…pero esa parte tan polémica del estudio (y tan potencialmente dañina para las farmacéuticas y el propio CDC), fue censurada y eliminada por los propios investigadores.
Sin embargo, Thompson mantuvo copias de las páginas y acabó pasándolas al congresista Bill Posey, entre otras personas.
Thompson declaró posteriormente, a través de su abogado, que no iba a hablar con la prensa y que solo trabajaría con el Congreso de EEUU, en el caso de que se iniciara una investigación…Sin embargo, no hay indicación alguna vez de que esa investigación llegue a realizarse, ni hay indicios de que las denuncias de Thompson sean escuchadas en las audiencias del Congreso.
Y este oscurísimo e inquietante asunto, es el tema central de la película “Vaxxed”, la película que ha sido censurada en el Festival de Cine de Tribeca.
Finalmente, el propio Jon Rappoport, un investigador que lleva muchos años tratando de denunciar las actividades de la mafia médico farmacéutica, nos cuentas sus propias experiencias con gente de la Industria del Cine, que quizás nos ayuden a comprender mejor el nivel de presión que puede haber experimentado Robert De Niro.
En palabras del propio Rappoport, procedentes de su artículo “Medical truth canceled due to Hollywood”…
Hace veinticinco años, vi dispararse la carrera de un actor de Hollywood, que de repente, se derrumbó por completo. Tuve una conversación con él y me reveló muchas cosas.
Este actor ya había provocado ciertas alertas al hacer algunas observaciones en las que denunciaba investigaciones médicas falsificadas; hablaba con sus amigos acerca de las cirugías innecesarias que se realizaban en un famoso hospital y estaba repasando un guión que versaba sobre la investigación de esta corrupción y que, por supuesto, nunca fue llevado al cine.
Un buen día, este actor desapareció de las pantallas, como si nunca hubiera existido. No fue solamente el hecho de que su carrera se derrumbara por completo. Es que además, la otra gente en la industria del cine tenían miedo de que les asociaran con él. Sutilmente, paso a paso, la gente a su alrededor empezó a “verle de una manera diferente”.
Afortunadamente, era una persona fuerte y fue capaz de restablecer su vida fuera de la industria del cine.
Me dijo que incluso las estrellas más importantes podían sufrir este tipo de excomunión.
“Muy pocos actores”, dijo, “tienen la fuerza para aguantarlo”
Me encontré con un productor que no había trabajado en una película durante 20 años. Sufría de una serie de enfermedades. Me entrevisté con él para hablarle de un guión que hablaba sobre una epidemia falsa, que en realidad era impulsada por los CDC. Cuando le expuse ese argumento, se puso blanco de repente. Después de recuperarse, me miró como si yo fuera el diablo encarnado, que se había presentado en su casa para arrastrarlo al Infierno.
Me dijo que estaba loco, que nunca se hizo una película como esa, y que si alguien se asociara a un proyecto como ese, acabaría incluído en la lista negra. Yo le recordé que no tenía nada que temer, puesto que él mismo no había estado activo en el negocio durante mucho tiempo. Pero el productor me respondió que eso no importaba. Me dijo que la Industria Médica tenía sus tentáculos echados sobre la industria del cine.
“Por el amor de Dios”, me dijo, “cuando yo ejercía de productor, mi propio jefe estaba en el consejo de un gran hospital. Había dado grandes sumas de dinero a una escuela de medicina de la universidad. ¿De verdad crees que alguien como él, habría permitido que se hiciera una película que denunciara un fraude médico a gran escala? Antes que dejarme hacer eso, me había atropellado con su coche”.
Hace algunos años, tuve una reunión con un productor en ciernes. Le mostré una idea para una película, cuyo argumento giraba alrededor de pruebas secretas en el ámbito médico: los médicos en los Estados Unidos estaban matando a cientos de miles de personas cada año con los medicamentos y los malos tratamientos en los hospitales. Ese argumento estaba basado, de hecho, en estudios científicos que lo denuncian. El productor me miró y dijo: “Sí, me dijiste por teléfono acerca de esta historia. Te he hecho venir sólo para ver qué cara de loco puedes tener”.
Lo cierto es que era un tipo agradable, y conversamos durante una hora más o menos. Me aseguró que su carrera terminaría si alguna vez se pusiera a trabajar en serio en la recaudación de dinero para realizar un guión como el que yo tenía en mente. “Tan pronto como empezara a conseguir dinero para hacer esta película, se correría la voz. La gente sabría de qué trata la película. Y entonces perderías a todos tus amigos y contactos de la Industria y ya no te devolverían las llamadas. Estarías acabado”.
Finalmente, hablé, no hace mucho tiempo, con un hombre al que yo calificaría como “recaudador de fondos médicos”. Un tipo que operaba en y alrededor de la industria del cine.
Básicamente se dedicaba a canalizar grandes sumas de dinero procedentes de personajes famosos, que las donaban para causas médicas.
Quería ver su reacción, así que le dije que tenía un guión sobre las muertes en masa provocadas por la Industria Médica en Estados Unidos. Me miró y sonrió: “Usted se está burlando de mí, ¿verdad? Voy a apostar mi casa contra un dólar de su parte a que nunca se llegará a hacer una película como esa”. Yo le pregunté por qué razón llegaría a hacer una apuesta de ese calibre y su respuesta fue muy reveladora. Me dijo: “Nosotros y la gente del cine dormimos en la misma cama. Estamos felizmente casados desde hace mucho tiempo. ¿Te crees que puedes venir aquí y a decirle a uno de nosotros que el otro ha estado engañándole y que pretendes contárselo a todo el mundo? ¿Cómo crees que vamos a reaccionar?”
A lo largo de los años, he aprendido que el cartel médico y Hollywood están estrechamente relacionados.
Puedes ascender tanto como quieras para tratar de comprender cómo funciona esta relación entre ambas industrias, pero a nivel del suelo, donde los actores, agentes, productores y directores tratan de vivir y trabajar, todos están bajo estricto control. Y todos ellos lo saben. No van a hablar de ello públicamente, pero lo saben.
Bien, esta es la opinión de Rappoport y evidentemente, puede ser discutida.
Pero lo que denuncia Rappoport no parece tan fantasioso cuando vemos casos tan reveladores como el de Robert De Niro y el de la película Vaxxed en el Festival de Cine de Tribeca…
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