En un mundo donde todo está en crisis, desde los liderazgos políticos, pasando por la economía hasta la moral y la espiritualidad, es necesario pensar qué es lo que está llevando al hombre a esta situación que algunos sectores denuncian como terminal, acunando sombras apocalípticas, tentando generar una psicosis de temor y angustia.
Justamente, el decir “tentando” es afirmar que esas voces inducen a los individuos a caer en la tentación de no ver más allá de una realidad que cada vez es más virtual, pues nadie puede afirmar que lo que le muestran es lo que realmente sucede.
Ocurre que de alguna u otra manera, bajo la influencia de la creencia que fuera, todos hemos sido educados para contribuir al mantenimiento de este sistema que ahora cruje.
Vidas señaladas, elecciones digitadas y una supuesta libertad orientada solamente al consumo de todo, incluso de las personas mismas.
¿Qué está ocurriendo ahora? Una nueva tendencia amanece en la razón de la Humanidad que la está llevando a velocidad indetenible a pensarse nuevamente, a cuestionar los paradigmas, desecharlos y edificar otros nuevos en su lugar.
Asistimos a una suerte de “revisionismo” histórico personal y global a la luz de una nueva Conciencia que tiene por objeto romper los límites impuestos por un sistema cuya finalidad era atomizarla retrasando el progreso de la Humanidad.
Trasponer límites es aplicar la Libertad que es atributo esencial del Hombre para plenificar la Vida, mas, como señala el mito del Génesis, esa proyección sin contención de razón puede resultar sí, en un Apocalipsis, pero individual, donde a pesar del intento no se haya cumplido finalmente el Plan para el cual cada uno viene destinado.
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