Hay muchas personas buscando su alma gemela, muchos malgastan sus recursos realizando esta búsqueda y otros apelan a lo no tangible buscando una señal en cada relación que emprenden, pero esto como poco es inútil, y sería un engaño seguir alimentando algo así que realmente no sirve para nada. No existen las almas gemelas, no hay dos conciencias iguales, no hay dos individualidades que se asemejen tanto, que estas puedan asumir una etiqueta como esa. Solo hay grados de afinidad y esos grados de afinidad pueden ser muy altos, si nos topamos con seres que encarnaron junto a nosotros en repetidas ocasiones, coincidieron con nosotros en repetidas ocasiones, o creamos lazos de hermandad o amor, en repetidas ocasiones, poco más. Nos encontraremos con ellos de distintas formas, detrás de distintos roles, detrás de distintas circunstancias.
Darnos cuenta de la proximidad o la coincidencia con alguno de ellos dependerá de nuestro condicionamiento, de nuestra sensibilidad y nuestra capacidad intuitiva, jamás tendremos pruebas físicas de que esa persona que tenemos delante y a la cual sentimos conocer desde siempre, es realmente eso que sentimos, pero es ineludible de que esto es así, a pesar de que no hay método fiable que lo demuestre, quizá tampoco lo necesites y lo que sientes es suficiente prueba, si es así, vas por buen camino. Pero si buscas pruebas, certezas o verdades, es probable que sigas buscando algo que no vas a encontrar nunca.
Que existan gemelos físicos es de por si una anomalía. A pesar de lo común que parece encontrar partos gemelares, no es algo que pueda ser considerado “normal”, ni responda a algo matemático dentro de una estadística en régimen de población. Nuestro ADN es aún un enigma y la manipulación a la que hemos sido sometidos en el pasado, abre la puerta a especular con esto también. Al margen de esto, que existan gemelos parecidos físicamente, casi como de fotocopias se tratara, es solo una anécdota, ya que sus conciencias son distintas, y solo tienen reflejos celulares tras los cuales uno percibe lo que percibe el otro y viceversa (incluso esto no es una regla que se cumpla en todos los casos, doy fe de ello), el cual es más potente que con cualquier otro individuo debido a que compartieron matriz, esto es algo que la ciencia ya explico, y cualquiera puede investigar por su cuenta.
La relación carnal no tiene nada que ver con el amor, esto no es mas
que una función física dentro del programa del ciclo vital
Es notable que haya más mujeres buscando su alma gemela que hombres, es también notable como muchas de esas mujeres caen atrapadas en engaños tales como el invento de la Llama Gemela, la cual no tiene ningún fundamento, pero que es fácil de creer ya que les permite acceder mediante engaños a un falso ideal de pareja. Por lo tanto, quien busca un alma gemela solo trata de aplacar unos sentimientos llenos de melancolía, soledad, frustración e insatisfacción personal, lo que comúnmente conocemos como vacío. La sociedad y la familia presiona de forma severa a la mujer para que encuentre pareja y forme una familia, un rango estricto dentro del paradigma sociocultural, en el que la hija ha de pasar a ser madre y posteriormente a abuela, para morir dejando una descendencia y cumplir con el programa y la tradición. Esto no es baladí, hay y hubo generaciones enteras de mujeres traumadas por haberse quedado solteras o que no pudieron tener hijos, esta programación es de las más potentes para ellas sin duda.
Cumplir con las expectativas que se crean en nuestro entorno, empujan a muchas a creer cosas tan bonitas y especiales como la búsqueda de la alma gemela. Si esto existiera y fuese real (que no lo es) querría decir que como sucede con los partos gemelares, serian una rareza y la gran mayoría no tendría un alma gemela, sino que solo unos pocos serían los “afortunados” cosa poco factible en realidad, porque las leyes naturales que rigen el universo no contemplan ningún factor en el que el azar, sea una variable. El azar no existe, como no existen las casualidades, por lo tanto que existan almas gemelas seria en sí mismo un error que la naturaleza no contempla. Si bien hay especies que tienen varios miembros en una misma camada, en ningún caso se ha conocido partos gemelares en el reino animal (sin intervención humana de por medio), lo cual es de por si algo a tener en cuenta, a la hora de fijarnos en los patrones de creación naturales.
Si bien es algo que pudiera parecer obvio, aun son muchos, sobre todo mujeres, las que malgastan su tiempo y recursos en encontrar algo que no existe y no van a encontrar. Ahora bien, encontrar almas afines las cuales han compartido, y sufrido experiencias en otras existencias con nosotros, es posible y más que probable, de hecho, algunas de ellas están ahora junto a ti, otras (la mayoría) son simplemente parte de un primer encuentro, una primera experiencia, una primera oportunidad de crear ese vínculo que sobreviva a la muerte, aun así tu amnesia te impide tener pruebas, así que no te comas la cabeza y trata de disfrutar del proceso de descubrir a esa persona. Está en nosotros la capacidad de percibir relaciones pasadas, y crear lazos nuevos que pervivan y resistan, no solo el paso del tiempo, sino incluso algo tan drástico como la muerte.
Es probable que acabes tus días con la duda de si sentiste amor o no, es curioso cómo podemos llegar a dudar de ello, cuando nuestra esencia es básicamente amor, por amor estamos permitiendo vivir como vivimos y estar como estamos, y aun así, dudamos por amor. Si te apoyas en la ciencia acabaras pensando que todo es fruto de una reacción, hormonas y endorfinas, jugándote esta mala pasada, haciéndote perder el juicio, tirando abajo todos tus razonamientos, solo para cumplir con el celo. Pero cuando el celo, desaparece, ¿qué es lo que hace que dos personas sigan unidas? un contrato, unas facturas y una hipoteca, es triste pensar así, si no hay amor no hay relación, sino un patrón social, y continuar en ese patrón solo te frustra y te vuelve toxico.
Es una lástima que por cumplir un programa, en el que dentro se exigen unos patrones a seguir, la integridad física, moral y espiritual se vea coartada, solo por encontrar esa pareja ideal con la que ser felices para siempre. Es inevitable pensar que la mal llamada cultura, haya hecho un flaco favor a la mujer, estereotipando un tipo de hombre que no existe y un tipo de mujer inalcanzable, pero claro, está en cada uno saber que trata con personas y no con personajes. No es fácil tener los pies en el suelo, si buscamos un príncipe azul en el caso de las mujeres y una actriz porno en el caso de los hombres.
Todos deberíamos adaptarnos al entorno que nos rodea, encontrar en el otro algo que nos atraiga y nos complemente, pero por lo general esto suele ir ligado más a condicionantes estéticos o materialistas, expectativas sociales ligados a unos cánones, que a veces ni siquiera son nuestros, sino de la familia o amigos, esto al final, no son más que zancadillas al amor, trabas a la hora de detectar y encontrar eso que está dentro de cada uno, y que va más allá de lo puramente físico. Aquellos que se libran de estas barreras encuentran un alma afín a su propia esencia, y retoman este viaje con él o ella, esta vez compartiendo algo que los unirá para siempre y que hará que se encuentren todos los Ser-afines, en algún punto, momento o lugar.
No es cuestión de buscar compatibilidades, igualdad de gustos o aficiones, sino en la capacidad que tienen ambos en dar y no esperar recibir, en la capacidad de aprender sin imponer, en la capacidad de aceptar, comprender y apoyar. Ser y mostrarte sin careta, sin engaños, sin coacciones, permitiéndote Ser como sientes, y como haces sentir, lo que alimenta y mantiene la relación, mantener esa “química” en equilibrio, es lo que mantiene esa “magia” que hace que la relación no sea de cuento, pero sí que cree unos lazos irrompibles, que sobreviven una vida tras otra, y hace que ese rencuentro sea como encontrar una parte de ti que no sabías que te faltaba. Esto es lo más parecido que existe a ese estereotipo llamado alma gemela, pero no me hagáis mucho caso, quizás solo sea un romántico que cree en el amor como algo intrínseco a todo Ser.
No es cuestión de buscar compatibilidades, igualdad de gustos o aficiones, sino en la capacidad que tienen ambos en dar y no esperar recibir, en la capacidad de aprender sin imponer, en la capacidad de aceptar, comprender y apoyar. Ser y mostrarte sin careta, sin engaños, sin coacciones, permitiéndote Ser como sientes, y como haces sentir, lo que alimenta y mantiene la relación, mantener esa “química” en equilibrio, es lo que mantiene esa “magia” que hace que la relación no sea de cuento, pero sí que cree unos lazos irrompibles, que sobreviven una vida tras otra, y hace que ese rencuentro sea como encontrar una parte de ti que no sabías que te faltaba. Esto es lo más parecido que existe a ese estereotipo llamado alma gemela, pero no me hagáis mucho caso, quizás solo sea un romántico que cree en el amor como algo intrínseco a todo Ser.
P.D. - Ser-Afín es solo un juego de palabras, nada que ver con ninguna jerarquía angelical
Por Rubén Torres Sierra
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