Nosotros no somos un cuerpo que tiene un espiritu… Mas bien somos un espiritu que tiene un cuerpo.
Al igual que en el plano físico, en el Astral rigen diversas leyes que debemos respetar. Los Viajes Astrales tienen como objetivo desarrollar nuestro conocimiento espiritual, y no debemos utilizarlos con propósitos egoístas.
Hay una ley fundamental que es válida tanto para un plano como para otro y es hacer con las experiencias y conocimientos que recibamos lo que quisiéramos que los demás hicieran con nosotros y viceversa, no realizar a los demás lo que no nos gustaría que nos hiciesen a nosotros. Nunca deben utilizarse estas experiencias y conocimientos si no es para nuestro propio desarrollo y evolución, y nunca para obtener objetivos materiales ni propósitos egoístas, ni para establecer nuestra supremacía sobre los demás, ya que esto conduciría a la pérdida de nuestra capacidad incluso después de haberla obtenido, y ésta es mucho más valiosa que cualquier otra cosa que podamos obtener en el plano físico.
No debemos olvidar que todo lo que hagamos en el plano Astral repercute directamente sobre el plano físico, y que el karma que producimos en el Astral puede afectar directamente el plano físico de una forma mucho más inmediata incluso en esta vida, que el derivado de las acciones que realizamos en el plano físico, debido a que en los planos astrales tenemos mayor claridad y consciencia, de lo que está bien y de lo que está mal, que en el plano físico. Por lo tanto, no podemos tener la excusa de la ignorancia como en este plano físico, lo que nos hace mayormente responsables de todo lo que hacemos, pues desde el principio tenemos los sentidos más abiertos a una claridad mental estimablemente superior.
Todo esto lo experimentaremos desde nuestras primeras incursiones en el plano Astral con la ayuda del Guía o Guías a los que tengamos acceso.
¿Cómo viajar astralmente?… Método sencillo
A continuación expongo una breve y sencilla guía de cómo lograr hacer un viaje astral a través de un método a la alcance de cualquiera.
Háganlo solamente si se sienten perfectamente preparados y estables emocionalmente, ya que es un proceso natural y no hay peligros, solo puede surgir el miedo propio ante lo desconocido.
Viajar astralmente no es algo reservado para unos pocos, si bien son muchos los que pierden las esperanzas después de haberlo intentado y no haber logrado resultados satisfactorios.
Es cuestión tan solo de darse cuenta de que si otros han podido, nosotros también somos capaces.
Cabe mencionar también que es importante tener un estado de salud física saludable, para facilitar todos los procesos de desdoblamiento entre nuestro cuerpo físco y el cuerpo astral.
Para realizar este ejercicio, nos acostaremos como cualquier día para dormir, aconsejablemente no habiendo cenado demasiado.
Nos tumbamos boca arriba en la posición denominada comúnmente como la postura del cadáver: con piernas y brazos ligeramente separados del cuerpo. La mandíbula la dejamos suelta y el cuello debe estar perfectamente apoyado, para que no esté en tensión.
No llevaremos calcetines y llevaremos ropa cómoda y ligera y nos arroparemos con algo que no ejerza demasiada presión.
Pasamos entonces a concentrarnos de los pies a la cabeza, en cada una de nuestras partes del cuerpo, sin movernos en absoluto durante todo el proceso.
Primero nos hacemos conscientes de los pies e imaginamos que cada vez van pesando más y más hasta hundirse en la cama y dejamos de sentirlos.
Así iremos subiendo por los tobillos, gemelos, rodillas, muslos, caderas, genitales, cintura, estómago, pulmones, hombros, brazos y manos, cuello, músculos de la cara y toda la cabeza. Hemos recorrido todo el cuerpo.
Entonces, en esos momentos observamos todas las sensaciones corporales, como se vuelven automáticas, la respiración surge por sí sola.
Nos vamos haciendo conscientes de cómo nuestro cuerpo se va durmiendo poco a poco y simplemente somo conscientes de ese proceso.
Vamos a darnos cuenta de cómo nuestro cuerpo se va quedando dormido.
En un momento, vamos a notar que vibramos rápidamente y un fuerte zumbido en nuestra cabeza: habremos salido al plano astral.
No hay nada que temer. Observen tan solo un momento las peculiaridades de este plano y vuelvan a su cuerpo físico con tan solo su voluntad.
Ha hecho su primer viaje astral.
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