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jueves, 16 de junio de 2016

Una extraña y nueva molécula hallada en el espacio podría resolver uno de los misterios de la vida


Antes de transformarse en Heisenberg, el profesor Walter White impartía clases en la serie Breaking Bad. En una de sus charlas, el docente repasó el concepto de quiralidad explicando que, si observamos nuestras manos, veremos que son casi iguales, pero no superponibles. Esta propiedad se observa también en el mundo de la química. Las conocidas como moléculas quirales son aquellas que pueden ser "diestras" y "zurdas" al mismo tiempo. Ahora, en un estudio publicado en la revista Science, se detalla el hallazgo de la primera molécula quiral en el espacio interestelar. Su hallazgo abre la puerta a la comprensión de algunas características fundamentales que explican la vida en la Tierra.

La vida en la Tierra usa sólo una lateralidad de muchos tipos de moléculas quirales, un fenómeno conocido como homoquiralidad. Los aminoácidos que constituyen las proteínas de nuestro cuerpo, por ejemplo, son "zurdos".

Las moléculas quirales tienen una particular importancia en el desarrollo farmacéutico: una forma, o enantiómero, podría tener un efecto terapéutico y la otra podría ser tóxica.

Hasta la fecha, el origen de esta inclinación quiral en la Tierra ha sido un misterio, aunque algunos piensan que se podría encontrar la respuesta en el espacio exterior, pues se cree que las nubes interestelares contienen los ingredientes para la formación de nuestro sistema solar.


En el nuevo estudio, un equipo de científicos usó radiotelescopios sumamente sensibles para detectar una molécula quiral llamada óxido de propileno (CH3CHCH2O) en Sagitario B2, una nube de gas y polvo cerca de tres millones de veces la masa del Sol ubicada cerca del centro de nuestra galaxia, la Vía Láctea.

"Esta es la primera molécula detectada en el espacio que tiene la propiedad de la quiralidad, lo que constituye un enorme avance en nuestra comprensión sobre la manera en que las moléculas prebióticas se forman en el espacio y los efectos que podrían tener sobre el origen de la vida", dijo uno de los autores, Brandon Carrol, estudiante de química egresado del Instituto Tecnológico de California, en una declaración.

La investigación fue realizada sobre todo con el Telescopio Green Bank de la Fundación Nacional de Ciencias de Estados Unidos en Virginia Occidental como parte del Estudio de Moléculas Interestelares Prebióticas, con observaciones de apoyo del radiotelescopio Parkes en Australia.


Los enantiómeros detectados en el espacio, en la nube interestelar Sagitario B2.
Aparte de D y L, se pueden nombrar como R y S. Crédito: B. Saxton, NRAO/AUI/NSF.

El óxido de propileno fue detectado en la zona fría y externa de Sagitario B2 Norte, en lugar de los núcleos calientes dentro de la nube de gas. En esta región también se han detectado otros compuestos orgánicos.

Aunque el óxido de propileno no es utilizado en organismos vivos, su presencia en el espacio es una señal de la existencia de otras moléculas quirales. Pero los datos actuales no distinguen entre las versiones "diestra" y "zurda" de la molécula.

El hallazgo fue publicado en la revista estadounidense Science y también fue presentado en la Sociedad Astronómica de Estados Unidos en la reunión de San Diego, California.

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