Investigadores rusos afirman haber encontrado dos misteriosos "cráneos extraterrestres" y un maletín con un emblema nazi en los bosques de Adygea una montaña rusa del Cáucaso. Los cráneos, según los investigadores, parecen haber pertenecido a una especie bípeda todavía desconocida para la ciencia.
El periódico ruso Komsomolskaya Pravda, plantea la posibilidad de que Hitler y los nazis estuvieran involucrados activamente en la búsqueda de la tecnología alienígena durante la Segunda Guerra Mundial. De hecho, el maletín lleva grabado el emblema de la Ahnenerbe, cuyo nombre completo es “Sociedad para la Investigación y Enseñanza sobre la Herencia Ancestral Alemana”. Esta sociedad secreta existió en Alemania entre 1939 y 1945 y fue creada para estudiar las tradiciones, historia y patrimonio de la llamada “raza aria” así como el estudio de las ciencias ocultas. .
Según los investigadores, lo más probable es que los miembros de las SS estuvieran interesados en los enigmas de los dólmenes antiguos y en las causas de la elevada radiactividad natural en la región del cañón Kishinski. También es posible que buscasen el oro de la Rada de Kubán, perdido en algún lugar de la región durante la guerra civil rusa (1917-1923).
Según el etnógrafo y criptozoólogo ruso, Vladimir Melikov, cuando empezó a examinar el maletín se sorprendió ante lo que encontró. Incluía un mapa a todo color de la región Adygea y se convenció de que el SS Ahnenerbe había puesto en marcha una expedición en la región Adiguesia para encontrar las calaveras extraterrestres.
Este vínculo se refuerza con el examen de los dos cráneos; “Observen el orificio redondo de un dedo de grosor en la parte inferior de la cabeza”, dice Melikov, mostrando uno de los cráneos. “Es la base de la columna vertebral. Y su posición indica que esta criatura se movía sobre dos patas. Otro detalle extraño es la ausencia de bóveda craneal y mandíbulas. En lugar de boca, hay varios orificios distribuidos en forma de círculo. Las cuencas de los ojos son inusualmente grandes, y de ellas se separan dos excrecencias en forma de cuernos. Sin embargo, los huesos faciales son planos, como en los homínidos”.
Según el etnógrafo y criptozoólogo ruso, Vladimir Melikov, cuando empezó a examinar el maletín se sorprendió ante lo que encontró. Incluía un mapa a todo color de la región Adygea y se convenció de que el SS Ahnenerbe había puesto en marcha una expedición en la región Adiguesia para encontrar las calaveras extraterrestres.
Este vínculo se refuerza con el examen de los dos cráneos; “Observen el orificio redondo de un dedo de grosor en la parte inferior de la cabeza”, dice Melikov, mostrando uno de los cráneos. “Es la base de la columna vertebral. Y su posición indica que esta criatura se movía sobre dos patas. Otro detalle extraño es la ausencia de bóveda craneal y mandíbulas. En lugar de boca, hay varios orificios distribuidos en forma de círculo. Las cuencas de los ojos son inusualmente grandes, y de ellas se separan dos excrecencias en forma de cuernos. Sin embargo, los huesos faciales son planos, como en los homínidos”.
En su opinión, estos hallazgos podrían servir como pruebas "de los vínculos entre los nazis y los extraterrestres". Los escépticos, por su parte, no reaccionaron con mucho entusiasmo. Reconocieron que nunca antes habían visto algo parecido, e insinuaron con cautela que podría tratarse de cráneos de oveja que estuvieron mucho tiempo en un flujo de agua con arena y quedaron muy deformados. Pero si se asume una deformación, ésta estuvo sincronizada, ya que los elementos extraños son los mismos en ambos cráneos.
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