Breaking

martes, 17 de mayo de 2016

EUROPARLAMENTARIOS COMPRUEBAN EN SUS PROPIOS CUERPOS EL PELIGRO DEL GLIFOSATO ¡Y LO PROMUEVEN IGUALMENTE!


Este mes de abril, Miembros del Parlamento Europeo se ofrecieron a tomar una prueba de orina para saber si en sus cuerpos había rastros del producto cancerígeno glifosato, utilizado como herbicida por la empresa Monsanto. Cuarenta y ocho eurodiputados de 13 países diferentes de la Unión Europea participaron en la prueba… y publicaron unos resultados altamente descorazonadores.

De acuerdo con los resultados de la prueba ELISA del Laboratorio BioCheck de Alemania: “Todos los participantes excretaron glifosato a través de la orina”

Europarlamentarios del Grupo Verde: Jean Lambert, Molly Scott Cato, Keith Taylor, sosteniendo
sus muestras de orina

El experimento fue encabezado por el Partido Verde del Parlamento Europeo, que está empujando por una prohibición del controvertido herbicida en la Unión Europea.

El grupo señaló en un comunicado de prensa los datos de su prueba llamada “#MEPee”:

“En promedio, los eurodiputados tenian 1,7 microgramos/litro de glifosato en la orina, 17 veces superior a la norma de agua potable europea (0,1 microgramos / litro).

Esto significa que los organismos de todos los eurodiputados sometidos a análisis, contenían una cantidad de herbicida por encima del límite de residuos de pesticidas en el agua potable. Entre los 48 participantes, había europarlamentarios de Bélgica, Francia y Alemania que representaban más del 80% por ciento del total. La prueba mostró que los europarlamentarios de Lituania, España y Croacia tenían las mayores concentraciones de glifosato en sus organismos.


Las concentraciones más bajas se encontraron en las muestras de orina de los participantes de Italia, Finlandia e Irlanda.

Sin embargo todos los europarlamentarios que se sometieron a los análisis, demostraron que sus cuerpos estaban contaminados con glifosato. Esto mostrará que el glifosato entra también en la cadena alimenticia de los miembros de la Unión Europea y del Parlamento”

El glifosato, que la Agencia Internacional de la Organización Mundial de la Salud para la Investigación sobre el Cáncer (IARC) ha declarado como un posible carcinógeno, es el ingrediente principal del herbicida de Monsanto Roundup, ampliamente utilizado en todo el mundo. También se encuentra en los herbicidas fabricados por Syngenta y Dow.


Los Verdes llevaron a cabo la prueba adelantándose a la resolución del 13 de abril en la que el Parlamento Europeo se opuso a la renovación de licencias de glifosato en la Unión Europea.

A pesar de la fuerte oposición del Parlamento Europeo y de países como Francia, Suecia, Italia y los Países Bajos, y de los 1,4 millones de personas que han firmado una petición en favor de la prohibición del glifosato en la UE, la Comisión Europea (el órgano ejecutivo de la Unión Europea) planea ampliar la licencia de uso del glifosato durante nueve años más.

“Es sólo considera simbólicamente en todo caso la resolución del Parlamento Europeo para pedirle un alcance muy limitado de aprobación. La responsabilidad de la protección de los operarios y para múltiples riesgos se descarga sobre los Estados miembros, de manera que no es jurídicamente vinculante”, dijo el partido. “Estamos cabreados que nuestros gobiernos quieren permitir que este veneno por otros nueve años! Ningún político debe tener esto en su cuerpo, y no un solo ciudadano, ya sea!”


La aprobación del glifosato en la UE expira a finales de junio. Este químico ha sido objeto de una gran controversia en Europa, especialmente después de que la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria rechazara la clasificación del glifosato como posible carcinógeno de noviembre de la IARC.

El gigante de los agronegocios Monsanto también ha negado vehementemente que el glifosato represente un riesgo para la salud y exigió una retractación del informe de la IARC.

La prueba MEPee del Partido Verde se inspiró en un estudio alemán llamado “Urinale 2015”, el cual mostró concentraciones de glifosato en la orina de más de 2.000 participantes.

“El estudio encontró que la magnitud del problema que representa el glifosato es enorme, con concentraciones detectadas en la orina entre cinco y 42 veces por encima del valor máximo de residuos para el agua potable en Europa”, señaló el Partido Verde.

“No menos del 99,6% de todos los ciudadanos que participaron en este estudio tenían niveles más altos de residuos. Esto significa que prácticamente todos los ciudadanos están contaminados con glifosato”.


Varios otros estudios han detectado glifosato en productos de higiene femenina, artículos de comida diarios y en los propios cuerpos humanos.

Sin embargo, a los organismos ejecutivos de la Unión Europea, la salud de sus ciudadanos les importa muy poco.

Por cierto, la autorización para el uso del glifosato previamente estaba prevista para ser de 15 años.

Sin embargo, el Partido Popular Europeo (del que forma parte el Partido Popular español), presentó una enmienda que fue aprobada, para que su uso “sólo” sea permitido por 7 años.

¿Ven la jugada?


Además y como trampa adicional, se proponen las siguientes restricciones para el uso de este veneno:

-No aprobación para usos no profesionales

-No aprobación para uso en parques y jardines públicos o cerca de estos

-No aprobación en lugares en los que la gestión integrada de plagas sea suficiente para el control de vegetación espontánea

-Limitaciones estrictas en aplicaciones de desecación pre-cosecha


Todo ello puro maquillaje, pues estamos hablando de un producto tóxico cuya persistencia es tan alta, que ya se encuentra en grandes dosis en nuestros propios cuerpos, a los que llega a través de la ingestión de alimentos contaminados.

Por lo tanto, la única solución posible para proteger a la población y evitar daños mayores, es prohibir totalmente su uso de inmediato y no sólo limitar su uso en parques y jardines.

Sin embargo, europarlamentarios españoles de aquellos que se envuelven en la bandera y se presentan super-patriotas, siguen promoviendo lo peor para la población española, incluido el envenenamiento masivo de sus ciudadanos durante 7 años más (como mínimo), defendiendo con ello los intereses de sus amos de la agroindustria.

Y para quien aún dude de que las poderosas transnacionales son capaces de corromperlo todo y para los que aún duden de cómo periodistas, políticos, europarlamentarios, científicos y miembros de los organismos internacionales son capaces de vender hasta a su propia madre por dinero, aquí les ofrecemos una noticia del periódico El Español, un día antes de que se tome la decisión…

El futuro del glifosato en Europa se decide mañana

Un día antes de que se reúna la Comisión Europea para decidir si extender la licencia del glifosato, la OMS y FAO publican un informe que avala que no es cancerígeno. ¿Casualidad?

Mañana y pasado, el Comité Permanente de Plantas, Animales, Alimentos y Piensos (PAFF) de la Comisión Europea se reunirá a puerta cerrada con una misión: decidir si extiende o no la licencia para usar en Europa el herbicida glifosato, que expira el próximo mes de junio.


La batalla por mantener o desterrar el glifosato de la UE va más allá de lo legal o de lo científico, ya que este herbicida se ha convertido en emblema de una confrontación ideológica que incluye otros asuntos, como la aprobación de nuevos cultivos transgénicos o el polémico proceso de negociación TTIP.

El pasado mes de marzo, los países contrarios al glifosato lograron aplazar la decisión hasta los días 18 y 19 de mayo. Pero sólo unos días antes de que este comité se reúna, dos sucesos parecen haber volcado la balanza a favor de la extensión del glifosato.

La principal baza de los contrarios al glifosato procede de un informe de la Agencia Internacional de Investigación del Cáncer (IARC), dependiente de la Organización Mundial de la Salud, que señala al herbicida como probablemente carcinogéno para los humanos. “Necesitamos que la Comisión se alinee con la posición que más protege a la salud, que es la de la OMS”, dijo al respecto la Ministra de Medioambiente francesa, Ségolène Royal, “votaremos que no”.

Pero ayer mismo, la Reunión Conjunta sobre el control de plaguicidas de la OMS y la FAO emitió un informe que minimizaba este riesgo: “Concluimos que es improbable que el glifosato cause un riesgo de cáncer a humanos mediante su exposición en la dieta”.


En un comunicado, la OMS ha negado además que sus conclusiones y las de la IARC sean contradictorias.

Fuentes de la negociación han citado a Reuters que, al menos, un gran estado miembro mantendrá en la votación que comienza mañana su oposición al glifosato. Pueden apostar por Francia. Pero para cuando esta información surgió, también se conocía que Alemania probablemente se abstenga, sumida en una gran oposición interna, entre conservadores y socialdemócratas, con respecto al herbicida.

En estos momentos, lo más plausible parece ser una extensión de la licencia del glifosato por nueve años más, ni siete ni 15. Tampoco está claro si la nueva propuesta de la Comisión diferirá de la del Parlamento Europeo y permitirá usar este herbicida en parques y jardines públicos.

La irrupción de este nuevo informe a favor del glifosato no es sorprendente desde el punto de vista científico, ya que la mayoría de estudios avalan su seguridad, pero sí lo es desde el punto de vista estratégico. Greenpeace ha sido la primera en denunciar los estrechos lazos entre algunos de los miembros de la FAO y la industria.

En particular, se centra en Alan Boobis y Angelo Moretto, dos expertos en toxicología miembros del International Life Sciences Institute, una plataforma entre cuyos miembros donantes constan empresas biotecnológicas como Monsanto Europe, Dow Chemical o Indoor Biotechnologies.


Como ha señalado, entre otros, el periodista de Le Monde Stéphane Foucart, Boobis y Moretto no eran dos miembros más de la FAO, sino el director y co-director de esta “reunión extraordinaria”, que tuvo lugar en Ginebra entre el 9 y el 13 de este mes.

El sitio Corporate Europe, especializado en controlar las maniobras de lobby a nivel europeo, también se ha hecho eco de la designación de Boobis y Moretto, quien ya tuvo que dimitir como panelista de la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria por no declarar sus lazos con el International Life Sciences Institute.

Todo esto (….) compromete seriamente su independencia y ayuda a explicar por qué el informe salió a la luz precisamente ayer.

Esto demuestra que la Unión Europea es una entidad criminal de la que todos deberíamos huir como la peste y que todos aquellos responsables políticos (sean del partido que sean) que voten a favor de permitir el uso del glifosato, son unos traidores a sus pueblos y a sus países y deben ser juzgados y castigados como tales.

Veremos lo que decide finalmente la Comisión este 19 de mayo…

No hay comentarios:

Publicar un comentario