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sábado, 9 de abril de 2016

La familia Rockefeller y los Papeles de Panamá

Una masiva filtración de 11,5 millones de documentos ha dejado al descubierto los oscuros manejos financieros de importantes figuras mundiales —desde empresarios a políticos, pasando por deportistas o personas de primer nivel ligadas a la cultura—  que ocultan sus riquezas en paraísos fiscales por medio de la creación de empresas offshore, registradas con el despacho de abogados panameño Mossack Fonseca. Sin embargo, los documentos no son de acceso al público y los medios seleccionaron maquiavélicamente a quién iban a perjudicar con la información revelada.



Por ejemplo, el periódico británico The Guardian ha publicado la noticia bajo el titular Revelado: el rastro ‘offshore’ de 2.000 millones de dólares que lleva a Vladímir Putin, aunque, como admite el mismo periódico, "el nombre del presidente no aparece en ninguno de los documentos". Además, el artículo, escrito por Luke Harding, viene acompañado de un vídeo titulado Cómo esconder mil millones de dólares con una fotografía de Putin en la pantalla.

¿Por qué centrarse en Putin? La riqueza de Rusia es solo una minoría del enorme caudal de dinero escondido con la ayuda de Mossack Fonseca. De hecho, no se menciona ningún personaje estadounidense de relevancia en lo notificado por los medios.



Por su parte, el periódico alemán Suddeutsche Zeitung, que recibió la filtración en primer lugar, detalla la metodología corporativa utilizada para buscar en los millones de documentos. La búsqueda principal de nombres se enfocó a aquellos que están incumpliendo las sanciones impuestas por EE.UU. y la ONU. The Guardian reporta lo mismo y hace una lista donde incluye a naciones como Zimbabue, Corea del Norte, Rusia y Siria, y no vacila al aclarar que "mucho del material filtrado permanecerá en privado". 

Evidentemente, la filtración sigue las directivas de una agenda occidental. Los medios masivos omiten y ocultan los nombres de las corporaciones y multimillonarios anglosajones —sus principales clientes— que hacen uso de Mossack Fonseca.

¿Quién está detrás de bambalinas?

La pesquisa que derivó en los llamados Papeles de Panamá fue realizada por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, una red mundial de profesionales especializada en la elaboración de reportajes de investigación. Fundada en 1997, esta organización fue impulsada por el Centro para la Integridad Pública, un organismo estadounidense sin ánimo de lucro dedicado a investigar asuntos transfronterizos. Y adivina quién figura entre los fundadores de este último organismo:

  • Ford Foundation
  • Carnegie Endowment
  • Rockefeller Family Fund
  • W K Kellogg Foundation
  • Open Society Foundation (Soros)


Así es, la familia Rockefeller y demás ralea elitista, principales promulgadores de un nuevo orden mundial. Por lo que uno no puede esperar mucho, siquiera una genuina exposición de lo más podrido del capitalismo.

Los sucios secretos de las corporaciones occidentales jamás llegarán a publicarse. Ahora apuntan, como ya es claro, a Rusia, Irán, Siria y alguna pequeña nación occidental, como Islandia —entre otras ovejas sacrificables—, para balancear cínicamente la balanza.



Los medios masivos corporativos, controlados por las familias más poderosas del 1%, tienen acceso exclusivo a una base de datos que nadie podrá ver.

De ‘offshore’ a ‘onshore’

"Lo que está sucediendo ahora es que EE.UU. está tratando de “secar” ciertos paraísos fiscales para presentarse a sí mismo como el nuevo y mayor paraíso fiscal del mundo. Anteriormente, Washington logró socavar el principio del secreto fiscal en Suiza, que actualmente está obligada a proporcionar a EE.UU. los datos de ciudadanos estadounidenses", explica el periodista alemán y experto financiero Ernst Wolff. "Mientras tanto, en territorio estadounidense está vigente un secreto bancario ilimitado y los Estados de Nevada, Dakota del Sur, Wyoming y Delaware son paraísos fiscales absolutos".

Wolf añade que tras este escándalo multitud de individuos y corporaciones retirarán sus fondos de las compañías offshore para redirigirlos a los dos primeros Estados. "En estos offshores hay distribuidos alrededor de 30-40 billones de dólares. Y EE.UU., claramente, está interesado en redirigir estos fondos a su país", concluye.


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