Sabemos que el “Sistema” es un invento humano, tanto que sólo le pertenece a unos pocos de ellos. A ese grupo no le interesa ni le conviene que busques elevar tu nivel de conciencia porque entonces te conviertes en alguien peligroso para ellos.
Mantener a las personas en la mayor ignorancia posible sobre quiénes realmente son y cuáles son sus capacidades es el negocio de los grupos políticos y de las estructuras religiosas. Pero actuar así con la gente es atacar su Libertad, y el hombre por naturaleza tenderá a la búsqueda de principios más altos, como dirían los antiguos, a saciar su espíritu con la Idea suprema del Bien.
Eso es así porque no somos únicamente un cuerpo sensible dispuesto al consumo indiscriminado, sino seres espirituales personificando una puesta en escena temporal cuyo telón baja con la muerte física del individuo. Tú, continúas tu camino dejando atrás este mundo de sombras.
La Verdad te libera de la manipulación, de los errores y de la desilusión que inevitablemente trae consigo la ignorancia. Podrás alcanzar a tener todo el poder y el dinero, pero nada gratificará a tu espíritu del vacío interno ansioso de ser llenado con significado, propósito y comprensión.
Aún no hemos evolucionado plenamente como Humanidad. Hemos apenas pasado de la ignorancia de la superstición a la del escepticismo.
Por eso, elaborar un pensamiento superior, que trascienda los límites de lo permitido socialmente conlleva el exilio “hasta la periferia de la sociedad”, porque quien advierte las posibilidades de su conciencia se convierte en un marginal de la Verdad siguiendo a su corazón y abriendo su mente. Priorizando la liberación de su espíritu antes que a las convenciones sociales.
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